Love is in the air...

Tarde, pero todo llega. Y llegados a este punto, podemos hacer recuento de todo lo que hemos vivido, a saber: luchar contra "a saber que coño era" lo de dentro de la lavadora, hacer compras heaviorras/musicales, hacer actos de presencia en distintos bares metaleros, apoyar a Ikena en su primer directo, beber chupitos de Alexi Laiho, meter los pies en el Bodom...si, si, si, hemos hecho un montón de cosas, hasta instruiros en las curiosidades del mundo del corazón. Pero en todo viaje hay una historia de..a....aa...ammm....¡amor!. Joder, que no me salía...¬¬

La protagonista de nuestra historia es una méxicana/española residente en España que conoció a chico alemán en Finlandia...¿mola, eh?





Veréis, recordaréis que os menté que de camino al Bodom, dos alemanes se subieron, 3 paradas después, en nuestro mismo autobús. He de mentar que uno de ellos, llamémosle Super de momento, no está nada, naaaaada mal. Al menos así lo describen mis Angeles :P
Pues bien, por donde iba. Mis chicas no podían dejar sin material documentativo sobre este "acotencimiento" así que cogieron camara y "disimuladamente" nos hicieron videos y fotos para muestra de todo aquel que se pase por este blog. Por ejemplo, véase:


Sep, damas y caballeros, los dos sujetos del fondo son los alemanes, y nótese que Super es el de la izquierda. Justo la segunda cabeza que emerge de la de Aroa.

No se que tipo de pinta nos vieron, pero llegando al lago Bodom (explicado en otra entrada que nos ocurrió con la maldita parada correcta ¬¬). El chico del gorrito nos preguntó si teníamos idea de donde debiamos parar. Las nenas fueron francas "no tenemos ni puta idea, pero nosotras vamos a lo mismo".
No se lo pensaron mucho estos alemanes, así que se bajaron con ellas, comenzando así una historia de love que marcaría el viaje.

Os dejo por aquí unos segundos del momento "LOST":



Por supuesto, Ikena desplegó todos sus encantos, y todo su perfecto inglés, no perdiendo el tiempo en hacer buenas migas con ellos. Así que..lo que iba a ser una tarde divertida, acabó prometiendo, convirtiéndose en una tarde digna de recordar ^^.

Dio la casualidad de que estos jovenzuelos se hospedaban no muy lejos de mis pequeñas, por lo que les ofrecieron enseñarles algunos bares que ellos todavía no conocían (a parte de la tienda Hellsinki, nuestro punto de encuentro a partir de ahora).
El Boot Hill fue el punto de salida. Desde ahí hasta el final de la noche Ikena y...chan chan chan ¡¡Superkai!! (si, ese es su nombre) no dejaron de hablar...de hablar...de hablar. Y así durante dos días seguido.

Seamos francos. Los tres colegas (me refiero a Julian, Aroa y Keka) no dejaban de preguntarse "¿qué leches pasaba?" era obvio que había química en la pareja. Ni con un Love is in the air, cantado por Aroa, se pispaban...Y mirad que en Suomenlinna ya era un canteo verles.
Delataré a tres mosqueteros, pues se que apostaron sobre el asunto, a ver quien era el primero que se lanzaba, aunque nos hicieron temblar, ya que empezabamos a pensar que no ocurriría nada :S

Pero no. No podía terminar mal esta historia, y por fin, tras dejarlos a solas con estúpidas excusas (se nos agotaban, ¿qué queréis?) llegó la primera comedura de morros en la misma puerta del grandioso Heavy Corner.
(Ahora chicos...: ¡¡Oooooooooh!! ^^)

Compréndenos a todos Ikena, un poco más y creamos un club de fans de la novela. Porque si, ya había varias personas expectantes que se habían enterado de la historia de boca de los otros tres. Jajaja.

Los siguientes dos días no nos separamos de la parejita alemana, pudiendo pasar la nueva pareja el tiempo que les quedaba juntos en Finlandia.
Es curioso que al día siguiente que nos decidimos pasar por la iglesia esta de piedra, nos topáramos de narices con una boda. Pero bueno, tomémoslo como una señal tardía de los dioses escandinavos.
Paseos por el cementerio, contemplando la última puesta de Sol de los chicos en Helsinki.
Fue triste, y centrándonos en los tortólitos...si los hubiérais visto estos dos días, molaría haberlos dejado un tiempo más paseando por las calles no adoquinadas de la ciudad. Pero bueno, teníamos que dejarnos en manos de los posibles, de los ¿qué pasará después, cuando cada uno tenga que volver a sus respectivos países, con sus vidas?...

En fin, suerte tuvo nuestra Ikena, de terminar su semana en Finlandia con rollete de verano incluido. Si es que donde pisa una Hammer, triunfa, muahahahah!!!