El día que hoy os redactaré también resulta un poco dramático. Pues fue aquel 10/10/2009 cuando mis niñas decían "moika" (hasta más ver, de manera no literal) a los alemanes...
Otro día que no queríamos desaprovechar, pues teníamos muy presente que nuestra estancia en Helsinki iba llegando a su fin. Ese día en concreto nos lo callábamos, mas Aroa, Ikena, Keka y un humilde servidor lo pensábamos continuamente, pues un par de colegas ya habían consumido sus vacaciones en la ciudad, y por extensión en el propio país.
Por ello, estas petardas decidieron levantarse pronto, muy a mi pesar para irse de compras. Y... ¿adivináis con que acabó Ikenurris en las manos?... ¡¡muy bien!! con libros, cuatro para ser exactos..¬¬
En esta ocasión no vamos a ser extremadamente crueles, pues pasar de los 20 que se compró en Irlanda, a los 4 de Finlandia...vamos, que la chica está haciendo su esfuerzo a la tentación :P
Ujum...sigamos. Sep las compras empezaban a ser parte de nuestros planes, el llevar recuerdos a casa, alguno/s para nosotras, esas cosillas obligatorias que hacen parecer que te llevas una parte del lugar donde has estado..Y por supuesto, la parada en una hamburguesería de estas...cuyo nombre no diré para evitar publicidad innecesaria a grandes empresas.
Pero vayamos a lo importante. ¿qué mejor manera de despedirse de un país, que paseando por él? Pues sep señores y señoras, agarramos la mochila del abuelo y tiramos millas. Haciendo la primera parada en Temppeliaukio Kirkko, una extraña pero preciosa iglesia luterana excavada en la roca de manera circular y cuyas vidrieras en todo el techo hacen que el interior esté iluminado durante las horas de luz. El interior se hace confortable, a penas tiene decoración: un "pequeño" órgano, los bancos de sus fieles en el centro, un altar sin icono alguno...la verdad que la acústica tiene que ser acojonante. Y si no preguntarle a Keka, quien tenía cara de pensar en la de conciertos que le molaría escuchar allí. No andaba lejos la niña, cuando al salir, se encontraron con un curioso cartel, anunciando no se que bolo metalero... Si es que algunos se la saben gastar muy bien, no como aquí ¬¬
Y como si de un funeral se tratase, de la iglesia pasamos al cementerio Hietaniemi. Pero que cementerio, eeeh.. No es que los españoles tengamos mucho que envidiar en este tema (porque luego diremos de los emo o góticos... pero hay que joderse, la de pasta que nos mola gastar en los muertos (con todos mis respetos). Pero quizá ese toque nórdico y frío es lo que los hace tan entrañables. El caso.. es uno de los cementerios máaaas importantísimos de Helsinki, y en el reposan presis como Lauri Kristian Relander (2º presi de la R. Finlandesa, el cual me recuerda al tío que se queda frente a la chimenea en Titanic), pintores como Akseli Gallen-Kallela (quien ilustro el Kalevala), compositores de la talla de Usko Meriläinen, actores y actrices, músicos con sus músicas, poetas, más políticos, más artistas...en fin, que es uno de los cementerios más tochos e importantes.
Lo curioso es lo bien que se deben tomar estos finlandeses eso de palmarla, porque no hacemos más que ver cementerios que o bien son parques (ojo mal pensados que os veo imaginando a un niño tirándose por el tobogán desde el mausoleo de Tino Memolestes ¬¬ ¡¡y nooo!! Son más del estilo del Retiro de Madrid pero con tumbas chachis.
Nota: Si alguno no conoce aún el Retiro que tire de Mr. Google y vea.
Fuera de coñas, el lugar es precioso, el tiempo a la meditación está asegurado, y como pilles época otoñal ya la has clavao. Pero..personalmente dudo que ese lugar pierda su encanto en alguna estación. Llueva, nieve, haga Sol, frío o calor, viento...incluso con un terremoto. Es una pasada... además que, al estar pegado a la ría (o lo que yo entendía como tal) parece tener lago. Lo que lo hace más especial aún. Y los patos y el cisne que tan majo le cae a todo el mundo (mira que es horrible el sonido que emite y la mala ostia que se gasta el tío).
Como recordatorio: para aquel que decida visitarlo, y si la nieve no lo ha cubierto aún, podíais llevaros miguitas de pan o galletas, ya que a las ardillas o conejos que en el habitan seguramente les haga gracia que les llevéis ese pequeño y humilde aperitivo.
Lo flipante me lo guardo para el final. En este país son tan heavys, tan heavys, pero taan
HEAVYS, que el atardecer nos regaló un recuerdo BRUUUTAAALLL.
Vean y juzguen ustedes mismos. Quien lo vea claro, ya dejará su opinión en los comentarios.
¡¡Hasta más ver!!